sábado, 25 de abril de 2015


Siento el vacío de no sentir nada,
el vacío de sentir todo.
Y es agotador.
Pero sé que algún día aprenderé a olvidarte
y esa será mi mayor venganza.



domingo, 19 de abril de 2015

"ojalá te hubieras muerto"


(¿Qué pensaría mi madre si leyera esto? Suena macabro y rencoroso.)


Parece menos doloroso perderte porque algún factor maligno que escapa de nuestro control te haya arrebatado de entre mis brazos, que saber que te has ido tú solito porque no sentías que ningún lazo poderoso te uniera a mí.

Me gustaría recordarte amándome hasta el final, regalándome todos los latidos de tu corazón, hasta el último. El día de tu funeral lloraría tu pérdida de forma justificada y sin sentirme imbécil. Pronunciaría un panegírico en tu honor diciéndole a todos que fuiste mi mejor amigo y el mejor novio del mundo, que tu carácter y tu personalidad te hacían único y qué conseguiste que siempre te quisiera aquí, a mi lado.

No habrían  "debes pasar página", " te mereces algo mejor", " olvídale". Sino que se compadecerían diciendo " lo siento mucho", "ánimo", " cuenta conmigo".

Al final es lo mismo: te pierdo y duele. Pero nadie piensa que es mi culpa, por equivocarme. Qué egoísta soy.

sábado, 4 de abril de 2015

Maldito abril

Eneros de colores que dejaron a la primavera sin flores. ¿Qué haremos con las lluvias de abril si no hay jardines para regar?

Guardaré agua en cubos para más tarde y saltaré charcos para no mojarme los pies. Cerraré los ojos y, cuando llegue un agosto de noches estrelladas que dure mil días, los abriré.


 
Cuídate mucho.
Y hasta el cuarenta de mayo 
(de cuando yo te haya olvidado)
no te quites el sayo


La Fuga - Abril "maldito abril"

jueves, 17 de mayo de 2012

Se puede volver a sentir


No te desanimes. Lo que a veces parece un final, es realmente un nuevo principio.


 Se puede volver a sentir.

sábado, 5 de mayo de 2012

El saber no ocupa lugar


Casualidades de la vida


Querida anciana, sé perfectamente que piensa que la esencia de su vida no podría haber sido diferente, y que de una forma u otra usted tenía que acabar en el lugar en el que está y con las personas que le rodean. Siento llevarle la contraria, pero las cosas podrían haber sido de otro modo.

¿Recuerda aquel baile en el que conoció al que ahora es su esposo? Él estaba allí por una causa: iba detrás de una joven con el cabello rubio y los ojos azules. Tenía clarísimo que aquella noche pediría una cita a la joven, pero la casualidad le sorprendió. Aunque usted no tenía pensado ir a ese baile, resultó que por aquellas casualidades de la vida, aquel viernes salió dos horas antes del trabajo porque casualmente sus dos útimos clientes no se habían presentado y habían llamado para anular su visita. Así que usted decidió ir al baile para celebrarlo. Como no estaba acostumbrada a andar con tacones, tropezó y su copa casualmente cayó sobre el que a día de hoy sigue siendo su esposo. Así se conocieron, por casualidad.


Nuestra vida se ve determinada por todas aquellas casualidades que vamos experimentando hasta llegar a la vejez. En muchas ocasiones la casualidad nos da aquello que no se nos habría ocurrido pedir. Nos pasamos la vida haciendo planes, que muchas veces se ven sorprendidos por la casualidad. Quién sabe, puede que por casualidad conozcas a alguien que cambie tu vida. Seguramente esa persona aparecerá en el lugar y el momento menos esperado. Pero casualmente, allí estarás tú.

miércoles, 4 de abril de 2012

Irene




A veces prefiero dibujar que hablar. Dibujar es más rápido, y deja menos espacio para la mentira.